Noa noa

En su diario "Noa Noa" (fragancia en tahitiano), Gauguin relata su búsqueda del paraíso perdido en las tierras idílicas de Tahití, revelando su conflicto interno y su visión única del exuberante paisaje y la rica cultura de la isla. Atormentado por el anhelo de lo salvaje, Gauguin comenzó su viaje en los remotos pueblos de Bretaña, donde sus primeros trazos cobraron vida. Su pasión lo llevó a las aguas cristalinas de la Polinesia Francesa, donde su arte se transformó mientras convivía con las tribus locales, enriqueciendo sus obras. La frescura de la salida, con Bergamota, Limón, Naranja y Jengibre, celebra la exuberancia de la flora tropical y las frutas bañadas por el sol. En el corazón, Enebro, Petitgrain y Monoi nos sumergen en el interior de la isla, donde los aromas naturales se entrelazan con las esencias culturales en un abrazo íntimo. Mientras tanto, el fondo cálido de Almizcle, Vetiver y Vainilla rinde homenaje a la profundidad de la experiencia en Tahití y la conexión perdurable con su espíritu.