Hay perfumes que gritan su presencia y otros que, en silencio, se quedan contigo. Bois Impérial de Essential Parfums pertenece a esta última categoría. Una fragancia inesperadamente adictiva, que con su carácter versátil, fresco y elegante, ha llegado a ser el best seller absoluto de la casa francesa. Y lo entendemos perfectamente.
Creado por el talentoso Quentin Bisch, este perfume es una clase magistral de equilibrio. En las primeras notas, la albahaca tailandesa y la pimienta de Timut despiertan los sentidos con una energía chispeante y luminosa. Luego, el corazón amaderado –donde el Akigalawood toma protagonismo– entrega una profundidad aromática que se siente moderna y refinada. Es como si cada nota estuviera pensada para sentirse nítida, sin saturar, como una melodía bien compuesta.
Lo fascinante de Bois Impérial es su dualidad: es fresco pero intenso, limpio pero con carácter. Se adapta al ritmo del día y a distintos estilos personales. Por eso muchas personas que lo prueban, vuelven por él. Una y otra vez.
El frasco, fiel al minimalismo elegante de Essential Parfums, transmite pureza. Sin distracciones, con un diseño sobrio que deja que el contenido hable por sí solo. Porque cuando una fórmula está tan bien lograda, no necesita adornos.
En LIQUO, lo vemos constantemente: quienes lo descubren en nuestro Scent Bar suelen quedar intrigados. Y al llevarlo en piel, la decisión se vuelve instintiva. Bois Impérial tiene ese algo difícil de explicar, pero fácil de amar.